¿Qué es la meiosis y cómo influye en la fertilidad?
- Fertify
- 28 jul
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La fertilidad humana depende en gran medida de la correcta transmisión del material genético a la siguiente generación. Esta información genética se encuentra en nuestros cromosomas, alojados dentro de cada célula. Para que una nueva vida comience con una carga cromosómica equilibrada, los gametos —óvulos y espermatozoides— deben formarse adecuadamente mediante un proceso biológico llamado meiosis.
¿Qué es la meiosis?
La meiosis es un tipo de división celular que ocurre exclusivamente en las células germinales (es decir, las que darán lugar a óvulos y espermatozoides). Su función principal es reducir a la mitad el número de cromosomas: mientras que una célula somática humana contiene 46 cromosomas, un gameto debe tener únicamente 23. Así, al unirse óvulo y espermatozoide, se restaura el número total (46), formando un embrión con una dotación genética completa y equilibrada.
Este proceso es fundamental para garantizar que los embriones resultantes sean genéticamente viables.
¿Cuándo puede fallar la meiosis?
La meiosis puede alterarse tanto en mujeres como en hombres, aunque las causas y consecuencias varían:
En mujeres:
Cuando una niña nace, ya tiene todos sus óvulos inmaduros en sus ovarios. Estos óvulos permanecen en pausa hasta que, con la pubertad, retoman su proceso de maduración. Durante esos años de “reposo”, los óvulos están expuestos a factores ambientales, tóxicos o genéticos que pueden afectar la calidad ovocitaria.
A partir de los 35 años, el riesgo de errores en la meiosis aumenta considerablemente. Esto se traduce en una mayor probabilidad de formar óvulos con un número incorrecto de cromosomas, lo que puede dificultar la fecundación o provocar alteraciones genéticas en los embriones.
En hombres:
A diferencia de las mujeres, los hombres producen espermatozoides de forma continua desde la pubertad. Cada ciclo de espermatogénesis dura alrededor de 64 días. Esto implica una menor exposición prolongada a factores ambientales, por lo que la edad masculina influye menos en la calidad cromosómica. No obstante, ciertos factores pueden alterar la meiosis en el varón:
Anomalías genéticas como translocaciones, deleciones o inversiones en el cariotipo.
Tratamientos como la quimioterapia o radioterapia.
Estos factores pueden provocar errores en el reparto cromosómico durante la meiosis, generando espermatozoides con alteraciones.
¿Qué ocurre si hay errores en la meiosis?
Cuando la meiosis no se desarrolla correctamente, los gametos pueden presentar un número anómalo de cromosomas. Al producirse la fecundación, esto da lugar a embriones aneuploides (con más o menos cromosomas de lo habitual).
Las consecuencias pueden ser:
Fallos de implantación (beta negativa).
Abortos de repetición.
Embarazos evolutivos con malformaciones genéticas.
¿Cómo se estudia la meiosis?
En mujeres:
No es posible analizar directamente la meiosis ovocitaria sin destruir el óvulo. Por ello, cuando se sospecha una alteración, especialmente en mujeres mayores de 35 años, se recomienda realizar un PGT-A (Test Genético Preimplantacional para Aneuploidías). Este análisis se realiza sobre los embriones obtenidos por FIV y permite seleccionar aquellos que tienen un número correcto de cromosomas (embriones euploides).
En hombres:
En el varón sí se puede analizar si la meiosis espermática se está realizando de forma correcta mediante el FISH espermático (Hibridación In Situ Fluorescente). Esta prueba utiliza sondas fluorescentes para estudiar la dotación cromosómica de los espermatozoides. Aunque no permite analizar todos los cromosomas (solo entre 5 y 9), ofrece una estimación útil del porcentaje de espermatozoides con alteraciones.
Si el resultado del FISH es anómalo, se recomienda también realizar un PGT-A embrionario, para asegurar que los embriones transferidos sean cromosómicamente normales.
En resumen:
La meiosis es esencial para generar gametos sanos con la carga genética correcta.
Los errores en la meiosis pueden causar infertilidad, fallos de implantación o abortos.
En mujeres, el riesgo de alteraciones aumenta con la edad.
En hombres, ciertas alteraciones genéticas o tratamientos médicos pueden interferir con la meiosis.
Las pruebas recomendadas en estos casos incluyen el FISH espermático y el PGT-A embrionario.
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